jueves, 25 de septiembre de 2014

    Desde ayer es noticia la detención del violador de niñas de Ciudad Lineal. Llevan toda la mañana y parte de la tarde, debo reconocer que cambiaba al rato porque todo el tema me repugna.
    Ahora parece ser que el debate gira en torno a que es un violador reinsertado. O eso creyó el juez. Es difícil aclararme las ideas, por un lado creo en la  reinserción de los delincuentes, por otro teniendo en cuenta que este sujeto viola niñas de entre cinco y once años por mi que se pudra en la cárcel.
   Creo que, como he oído, legislar en caliente no es aconsejable, por otro lado cuando pasan cosas de esta índole te das cuenta que es necesario una reforma más acorde con los nuevos crímenes y criminales.
    Pienso que es un error no tener en cuenta los informes clínicos y de expertos que desaconsejan poner en libertad a presos de delitos sexuales por no estar estos curados. Yo entiendo que si el preso común tiene un comportamiento ejemplar en prisión eso sea tenido en cuenta para acceder al tercer grado, pero no debe pesar más que la opinión del perito que avisa, más que informa, como en este caso y en otros muchos, que el individuo no está ni de lejos curado, es decir que una vez en libertad no puede evitar los pulsos que le llevan a dejar de ser un ser humano. Pienso que este tipo de delincuentes deben ser considerados enfermos.... y no lo digo para que sea esgrimido como un posible atenuante en favor del violador sino todo lo contrario. Digo que sea tratado como una persona que tiene un patología y que no sea posible ponerlo en libertad hasta que un experto determine que no es una amenaza para la sociedad, aunque eso conlleve que pase el resto de su vida en una cárcel. 
   También he de decir que no creo en la castración química, para mi eso es ponerle un parche de piscina a un submarino que se hunde. A una persona libre, si hablamos de derechos civiles no se le puede obligar a medicarse de por vida, con lo cual la castración es voluntaria, y  como tal siempre cabe la posibilidad que deje la medicación. Con lo que volveríamos a estar al principio. Además de que hace muchos años oí a un psicólogo hablar del tema argumentando que si el violador sádico tiene los pulsos incontrolados de sodomizar y torturar a una mujer por ejemplo, la castración solo le llevaría a ser más imaginativo y me ahorro los ejemplos que puso.